¡LA VERDAD!

Cuando hablamos como Humanos Divinos Conscientes, es muy fácil ir arriba y mantenerse de la energía divina en un estado de gracia constante.  Pero que pasa en nuestras vidas humanas en Gaia, me relaciono con mi marido/esposa de forma armónica, respetuosa, divina?  Hago lo mismo con mis hijos/hijas, padres/madres, abuelos/abuelas, hermanos, tíos, sobrinos, amigos, compañeros de trabajo, vecinos, hermano de luz, comunidad, país, continente, planeta y vuelta a empezar: Padre-Madre-Dios-Diosa?  Cuáles son mis pensamientos, están cargados con contenido divino o sigue siendo un parloteo interior de dudas?  Cómo me hablo a mi misma y a los demás?  Me respeto (cuerpo, mente y espíritu) y respeto a los demás?  Me sigo juzgando y juzgo a los demás?  Esto es un simple símil de la cantidad de situaciones “incompletas” que podemos llegar a tener.  Existe en mi vida el cielo en la tierra, o sea, la Unidad?  Cuando hablamos de esto, invariablemente nos viene a nuestra mente y corazón de si estamos haciendo  nuestro trabajo interno personal.  Quizás tenemos una gran riqueza espiritual y manifestación de dones.  Pero y mi vida, cómo va mi vida humana?  En este punto y, si verdaderamente somos humildes y honestos con nosotros mismos…, veremos que hay áreas personales que siguen atascadas…  Cada uno sabe cuales son las suyas.  Aquí no hay juicio. Hay que reflexionar…, pero recuerda, solo tienes que responder ante ti.  No importa como te vean los demás, importa como te ves tú.

Todo el cambio que se está produciendo en el planeta tocará a Todo Ser, incluso a aquellos que tienen “mucha consciencia”.  Nadie está exento de vivir la vida humana, mientras estén viviendo como humanos.  La buena noticia, es que hacer el trabajo interno HOY es más fácil que nunca.  Tan fácil como ir a cualquier situación de vuestras vidas, fuera del tiempo y del espacio.  Recordando que Toda conexión inicial, siempre, viene de La Fuente de nuestro Padre/Madre y cuando te re-encarnas como humano tu primera conexión es con tu padre/madre humano, por lo tanto el primer sentimiento que hay que liberar y así sanar es la separación con La Fuente y posteriormente de vuestros padres humanos.  Aquí se refleja el primer miedo y se traduce por abandono.  Primero debes sentirte Uno con La Fuente, para así recuperar tu Divinidad inicial, perdonándoos, agradeciendo y aceptando a tus padres humanos y liberar así las “cargas” familiares humanas, no resueltas.  Aquello que tú mejor que nadie sabe.

¡La Verdad,  Paz, Justicia y Libertad, sea en cada uno de Vosotros!  ¡¡¡Somos UNO!!!

Lucero